Homeopatía

La Homeopatía es un método de curación, basado en un principio fundamental, llamado Principio de Similitud o Ley Biológica de los Semejantes, según la cual, si una sustancia es capaz de producir determinados síntomas en una persona sana, puede curar a un enfermo con los mismos síntomas.
Por ej.: si alguien presenta síntomas producidos por una picadura de abeja, una dilución homeopática de este veneno puede sanarlo. Cómo actúa: estimulando al organismo para la defensa. Es lo mismo que ocurre con las vacunas, mínimas cantidades de virus atenuados, al ingresar al organismo, despiertan la capacidad inmunológica del cuerpo para defenderse.
Pero la homeopatía tiene una segunda característica muy importante: si bien ocupa sustancias vegetales, minerales, etc., no utiliza la materia del medicamento, sino su energía, conseguido esto a través de un laborioso sistema de dilución de la materia prima, y su sucesión o agitación posterior, logrando de esta manera la impregnación energética de la sustancia.
Desde el inicio de la Homeopatía, el prescribir un medicamento u otro se ha basado siempre, no solo en el diagnóstico de la enfermedad que presenta el paciente, sino también en sus características mentales y emocionales, incluso espirituales.
La enfermedad se origina en planos energéticos, puede una pena profunda, una gran preocupación, el estrés, generar enfermedades en el cuerpo físico.
La Homeopatía, siendo un medicamento energético impacta en estos niveles más elevados, en la mente, en la emoción y de allí, baja al cuerpo físico para sanarlo. Proceso que tomará un tiempo diferente para cada ser humano.
A nivel mundial, la homeopatía ha tenido siempre gran aceptación en los países europeos, como Inglaterra y Alemania, en nuestros países, más jóvenes, aún está en desarrollo.
Finalmente, la homeopatía, siendo un método curativo, no es diagnóstico, para llegar a este, se usa, al igual que la Medicina clásica, anamnesis, examen físico, exámenes de laboratorio, imagenología etc.